Teodoro Jácome Pagán y Cancel

Biografía
Yuri Rojas Ramírez

Cuando Teodoro Pagán y Cancel, nació en las cercanías del año 1766 en la jurisdicción de la multicentenaria Villa de San Germán, ni Estados Unidos había adquirido su independencia, ni Puerto Rico había adquirido “status” nacional, ni el pueblo de Lajas había sido fundado. Sería el propio Teodoro quien a fines del siglo o comienzos del próximo, sentaría las bases de la población lajeña.

Teodoro era hijo de Juan Miguel Jácome y Colón y de María Monserrate Cancel y Ortiz de la Renta, quienes habían contraído matrimonio en la iglesia de San Germán, el 22 de julio de 1763. Juan Miguel era uno de cinco hijos varones (además de una fémina), habidos en el matrimonio de Bartolomé Jácome y de María Colón que ayudarían a propagar el apellido paterno por la región de San Germán, Mayagüez, Lajas y Cabo Rojo. EI abuelo paterno de Teodoro Bartolomé, de posible origen canario, había fallecido en 1762 antes del nacimiento de su nieto. Dos de los tíos paternos de Teodoro, Antonio y Mateo

establecieron sus familias en Mayagüez, su otro tío Valentín y su tía María, se quedaron, al igual que Miguel, en el área de San Germán, mientras que del último de los hermanos Jácome, de nombre Juan, desconocernos más detalles.

La madre de Teodoro, María Monserrate era, al igual que su esposo Miguel, uno de seis vástagos habidos en el matrimonio de sus padres, Juan Cancel e Inés Ortiz de la Renta, curiosamente con proporciones invertidas: cinco hijas nombradas Agustina, Lucía, Crispiana, Margarita y María Monserrate y un hijo llamado Juan. Cuando su abuela Inés murió, en 1772, Teodoro no tendría más de seis años. Para la misma fecha, su abuelo, el Capitán Cancel, era Alcalde Ordinario de San Germán.

Desconocemos todavía si Miguel y Monserrate tuvieron otros hijos además de Teodoro, sólo conocemos

de uno nacido muerto el 1ro de junio de 1764 en el lugar de Labadero.

Al calor de esta numerosa familia, creció Teodoro que un 31 de mayo de 1803, a la madura edad de 37 años, se casó con su prima segunda, por doble partida, Juana Antonia Nazario y Jácome, quien era hija de Joaquín; quien había fallecido ahogado nueve años antes y de Anastacia, la primera hermana de Teodoro e hija de uno de los hermanos de su padre. De este matrimonio nacerían Tomasa, Victorio y Ramón Jácome Pagán y Nazario.

En 1808, el Cabildo de San Germán, nombró a Teodoro, Alcalde de la Hermandad y en 1808, Alcalde de la incipiente Aldea de Lajas, la cual contaba con una ermita consagrada a la Virgen de la Candelaria, desde los años postreros del siglo anterior. Según lo atestiguan los libros parroquiales sangermeños, ya para 1795 existía ese santuario, al que el Obispo Zengotita, giro una visita pastoral mientras pasaba la semana Santa de 1798 en San Germán.

La Ermita de Nuestra Señora de la Candelaria, estaba localizada en el sector Cerrete de Lajas, junto a la residencia de la familia Jácome Pagán y Nazario, lo que hace suponer una conexión íntima de la familia, con la historia y construcción de la capilla. De acuerdo a Mario F. Pagán Irizarry, en su Historia de Lajas, 1883-1983, que el 1814 se construyó una nueva ermita bajo los auspicios de la familia de Teodoro; esta vez en un lugar frente al Valle de Lajas, cerca de un salto de agua conocida por el “EI Chorro”.

Esta segunda ermita fue destruida, poco después, durante el paso por la isla del huracán Santa Prisca en 1816. Ante esta situación, la Parroquia de San Germán, decidió construir, hacia 1821, otra estructura en el mismo lugar donde radicaba la anterior en terrenos donados por Teodoro Jácome Pagán. EI primer cura en servir en ésta, fue Rafael Muñoz, en capacidad de Párroco Auxiliar. Fue el Padre Muñoz quien hizo la escritura oficial de las ocho cuerdas y un cuadro de terreno, que Jácome Pagán donó a la iglesia, quedando debidamente firmada el 10 de noviembre de 1824. Fue alrededor de este santuario, que se desarrolló la población de Lajas. En 1883, fue el último barrio en independizarse de San Germán y el último núcleo poblacional en convertirse en Municipio, en toda la América bajo el régimen español. En 1884, la congregación católica lajeña, fue ascendida al rango de Parroquia independiente de la de San Germán.

Para esta misma época, debió fallecer Juana Antonia Nazario, la esposa de Teodoro. Éste contrajo segundas nupcias con la lajeña Dominga Irizarry Morales y de ella tuvo ocho hijos a saber; Federico, Valentín, Ramona, Estanislao, María Galo, Blasiña, José Jácome Pagán e Irizarry.

Teodoro Jácome Pagán se destaco, además, de su poder social y político en la jurisdicción de Lajas, por su poder económico. Desde antes de la década de 1820, ya poseía, en el barrio Sabana Yeguas de Lajas, vastas extensiones de terreno muy aptas para la ganadería y sobre todo para el cultivo de caña, el producto principal de la colonia, que experimentaba entonces, su gran auge del siglo diecinueve.

Su posesión principal, la constituyo, hasta la víspera de su muerte, la Hacienda Azucarera Bracero, consistente en unas 600 cuerdas, localizadas en el lugar de Leoncillo de Sabana Yeguas, “por donde pasa la quebrada Cañitas”. EI día 1ro de agosto de 1855, Ramón Jácome Pagan, el hijo de Teodoro y fungiendo como apoderado de éste, la vendió a la sociedad agrícola Tomas Fradera y hermanos por la cantidad de 18,000 pesos macuquinos. Estas 600 cuerdas fueron unidas a otras 1,800 cuerdas de terreno, para fundar la Hacienda Beatriz de Lajas, la que a fines de siglo, sería la segunda más grande de la región sólo superada en extensión, por la aledaña Hacienda Amistad, de Pedro Santos Vivoni, el primer Alcalde que tuvo Lajas, en 1883.

AI vender su hacienda, a la casa Fradera y hermanos, en 1855, Don Teodoro Jácome Pagán y Cancel no sólo estaba despidiéndose de sus bienes terrenales sino también pasándolos a otra generación de su familia. El socio gestor de la empresa, Tomás Fradera y Ojeda, habría de casar con una de sus nietas, Florencia Jácome Pagán y Vélez, hija a su vez de Ramón y su esposa Francisca. Cuando Tomás Fradera murió en 1876, sus hijos Florencia, Tomas, Nicolás, Francisca Amelia, Tomas Segundo y Beatriz (la posible inspiración del nombre de la hacienda), heredarían los terrenos que una vez fueron de su bisabuelo, el fundador de Lajas y verían el resurgimiento de la Hacienda Beatriz, ya en forma de colonia, con la rehabilitación de la industria azucarera en el despertar del siglo veinte.

Teodoro Jácome Pagán murió el 12 de septiembre de 1856, víctima de la gran epidemia del cólera morbo que afectaba la isla desde el año anterior, y que cargaría con las vidas de al menos tres de sus nietos (uno de ellos, Catalina, hija de Valentín, murió el mismo día) y de su hijo Federico. Fue enterrado en el cementerio de coléricos de la comunidad, posiblemente en tumba no identificada.

Para el año de 1992 y en Resolución presentada por la Sociedad Histórica de Lajas, a la Asamblea Municipal, se aprobó la denominación de la carretera 116 con el nombre de Teodoro Jácome Pagán y Cancel. Luego, la Comisión Denominadora de Estructura y Vías Públicas del Instituto de Cultura Puertorriqueña, aprobó oficialmente la denominación de la misma, honrando de esta forma, a nuestro fundador.